Tours Cusco & Machupicchu
Es un lugar que la naturaleza se encargó de bendecirlo con su aliento eterno. En la ciudadela inca de Machu Picchu, el viento no sopla ni acaricia la piel, sino habla con paciencia y sin miedo de la grandeza inca. Y el cielo, donde también hay vida, desciende con sus nubes hasta las terrazas donde aún germina la esperanza. En cada paso que uno da al recorrer el santuario inca de Machupicchu comprende que la belleza del paisaje es obra de la vida y el hombre. En la ciudad de Cusco se difundía que Luis Béjar Ugarte había llegado a Machu Picchu en 1894. Y en 1902, Agustín Lizárraga y dos campesinos realizaron un viaje a la zona de Machu Picchu.